Por María Celeste
Vargas Martínez y Daniel Lara Sánchez
La
fuerte crítica social, la tortura animal en los laboratorios y la desinformación de los
medios, son los elementos principales,
manejados en la cinta, que pueden incomodar
a algunos. Desconcierto, estrés, muerte, desesperación y miedo, es lo que viven los animales, objeto de investigación, a manos de los
científicos en un laboratorio inglés. Ahí se encuentran Rowf y Snitter: el primero, ahogado y vuelto a resucitar una
y otra vez, el segundo, a quien le
realizaron una lobotomía, tiene alucinaciones severas que le impiden establecer
el límite entre lo real y lo fantástico.
Un
día ambos logran escapar del laboratorio, sólo para descubrir que afuera el hambre y la
muerte también los perseguirán. En el
campo conocen a Tod, un zorro rojo,
quien les ayudará a hacer menos insoportable su nueva experiencia de
vida. Pero al cazar ovejas, comienzan a ser buscados
por los campesinos y un cazador contratado por el laboratorio. Éste muere al
ser emboscado por los canes, al igual que un hombre cuya arma fue disparada
accidentalmente por Snitter. Los medios
empiezan a alertar sobre los perros, quienes podrían esparcir las enfermedades
a las que han estado expuestos (al menos así lo afirman los científicos), por
lo cual el ejército se unirá a la persecución.
Pero Tod, decide dar la vida por sus amigos, y estos logran subir a un
tren y descubrir si más allá existe algo
mejor.
Dirigida por Martin Rosen, quien
también funge como guionista, la cinta, con una historia lenta, posee un estilo
de animación realista y una banda sonora irregular. Y aunque se basa en la obra
de Richard Adams, la película es poco
atractiva y de momentos podría resultar tediosa. Después de su aparición, en 1982, fue
considerada una cinta fuerte y violenta por la temática tratada y no apta para
todo público… ¡Anímense a opinar!
No he visto esta pelicula, pero si logre ver otro trabajo del mismo autor, Watership Down; si es igual de cruel terminare llorando como magdalena.
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