jueves, 19 de noviembre de 2009

El relato... ¡Sí cuenta! Importancia del relato en la animación

Por María Celeste Vargas Martínez y Daniel Lara Sánchez (Los Anima-Dos)


El impresionante y acogedor foro del Centro Académico Cultural, UNAM, Campus Juriquilla, dio la bienvenida a un nutrido grupo deseoso de escuchar la conferencia “El relato… ¡Sí cuenta!”, impartida por los autores de este blog. Daniel comenzó pidiendo al público hacer uso de su imaginación para recrear una sala de cine donde una familia, ambos padres y dos hijos, se disponían a disfrutar de una película animada “ o como se decía hace mucho tiempo en México, `de muñequitos´. Los cuatro miembros del clan familiar están convenientemente armados con sus palomitas, refrescos y demás chuchulucos. Por fin, después de 20 minutos de anuncios y avances de otras películas, la cinta comienza. Los espectadores están atentos, una palomita se queda a medio camino. El inicio promete... Prometía. A los pocos minutos, el aburrimiento y el tedio se van apoderando de la mayoría de los espectadores. El papá de nuestra familia se ha quedado profundamente dormido. La mamá ya no sabe qué hacer para tener quietos a sus dos hijos que, ante la falta de interés en la película, han empezado una guerra de palomitas, para después platicar sobre sus aventuras en la escuela y terminar viendo cómo otros niños ya se han levantado de las butacas y de plano se pusieron a correr por los pasillos de esa sala semi vacía. Al salir del cine, el papá comenta a su esposa, mientras los hijos siguen jugando entre ellos: ´¡Ya ves por qué no me gusta el cine mexicano!´. Los niños ya quieren llegar a casa a ver la tele y, al otro día, difícilmente recordarán alguna escena de la película o los nombres de los personajes. En la sala contigua del mismo complejo cinematográfico también se proyecta una película animada o, como decimos erróneamente en México, ´de caricaturas´. Pero ahí, además de que casi ya no hay asientos vacíos, la mayoría de los espectadores siguen con atención la historia contada en la pantalla. Las cajas de palomitas y los vasos de refresco se quedan a la mitad. No hay chamacos jugando en los pasillos y, por momentos, las carcajadas, las expresiones de lástima o tristeza y otras exclamaciones se escuchan al unísono. Niños y adultos por igual comparten las emociones que la cinta proyectada les ofrece. Ni siquiera los celulares suenan. Al terminar la función, casi todas las familias salen a gusto y varios pequeños ruegan a sus papás que los lleven al restaurante de hamburguesas ya que en el menú infantil están regalando a los personajes de la película que acaban de ver, y cuyos nombres ya no olvidarán. A los pocos meses, casi todas estas familias volverán a ver la misma cinta, pero ahora en la comodidad de sus casas, después de comprarla en DVD”. Todos imaginan ambas escenas. Varios asientan.

Se plantean algunas interrogantes del porqué las cintas animadas hechas en México no tienen el éxito deseado. Inmediatamente el público responde a ellas y comenzamos a hablar de la importancia del relato en una producción animado. El relato, esa historia que se narra, conformado en la animación por un lenguaje visual y un lenguaje sonoro, cuya correcta conjunción hará que el público nacional disfrute la cinta que ve, logre identificación con ella y la viva durante el tiempo que pase sentado frente a una pantalla cinematográfica o de televisión en la comodidad de su hogar. La animación nacional, sobre todo los largometrajes producidos en los últimos años, carecen de un relato de calidad capaz ya no sólo de competir con producciones extranjeras, sino sólo de demostrar a otros países las capacidades de la animación nacional. “Y, aclaramos, no estamos en contra de apoyar el cine nacional, pero tampoco nos colgamos etiquetitas que defendemos a capa y espada. Apoyamos a la animación, apoyamos al cine animado de calidad, pero el primer paso para avanzar es precisamente reconocer en qué se está fallando, y en el caso de la animación mexicana la falla está en la falta de relatos sólidos que sean capaces de permanecer en la mente del espectador”, afirma Celeste.

La conferencia continúa y se habla de lo importante que es saber contar un relato y de hacerse de las personas adecuadas que sepan narrar historias. Así como de la falta de profesionales, guionistas, “dedicados y formados para estructurar y conformar historias animadas”. Lamentablemente no hay una formación académica profesional en aquellos que se han dedicado a hacer historias animadas porque no se ve al relato y mucho menos al guionismo, “como una extensión más de la literatura.” Ofrecemos algunos ejemplos, producciones estadounidenses y japonesas, con los cuales muchos de nosotros crecimos y que nos hacían llorar, reír y disfrutar cada momento que pasábamos frente el aparato de televisor. Algo que lleva a explicar los elementos indispensables que cualquier relato debe tener: planteamiento, desarrollo-climax y desenlace. Se habla de la importancia de cada uno de ellos, de los tiempos manejados en la animación, que dependen del relato mismo, para volver a hacer mención de la falta de guionistas capaces de crear relatos de calidad: “En México, nuestros actuales guionistas en animación, y lo decimos con todo respecto, son gente que sólo ha escrito para producciones de sus mismos estudios; otros que, de ser caricaturistas o ´moneros´ pasaron a guionistas; otros que sólo porque son buenos en albures piensan que pueden escribir una buena historia y otros más que son debutantes en el ramo y que, o copian (mal) estructuras de relatos externos o solamente unen varios gags o chistes mal contados a lo largo de una historia. Esta gente es la que está produciendo los relatos de diversos largometrajes en nuestro país, esos relatos son los que están llegando a otras latitudes. Aunque hay gente que no sólo tiene talento en la técnica, sino que también sabe contar historias, pero ellos se desenvuelven en la producción de cortometrajes… son pocos pero los hay. Quizá es ahí donde se salva un poco la animación nacional en la producción de cortometrajes con atractivos relatos. Pero seamos sinceros, con producir cortometrajes al por mayor, no se logrará hacer una industria”, afirma Celeste.

“Y en estos tiempos, en los que pareciera estarse gestando un nuevo boom en la animación mexicana (este festival es una prueba de ello), es un buen momento para empezar a trabajar en este aspecto tan descuidado en nuestra incipiente industria. Reflexionar sobre el asunto es ya un buen comienzo. Ahora, falta la disposición de todos los involucrados de una u otra forma en el mundo de la animación mexicana, para lograrlo”, continúa Daniel. Y se recalca la importancia de contar con instituciones serias, dejando de lado las universidades públicas, que no sólo surjan para enseñar a los jóvenes a mover objetos, personajes… etc., sino que también tengan la capacidad y la gente apropiada para enseñar a los estudiantes a contar historias y construir relatos de calidad y fuertes para competir con un mercado internacional.

Al finalizar la conferencia, el público pudo apreciar tres producciones animadas como muestra de relatos sólidos, lenguaje visual de calidad y lenguaje sonoro eficiente. Éstos fueron: “Rojo”, “Fly” y “Pedrito, el valiente”, animaciones realizadas por los hermanos Cárdenas. El silencio se hizo al contemplar las crudas imágenes de “Rojo” y las risas se abrieron paso con los interminables inventos de Memo y la desilusión de Pedrito.

Un grato momento quedó en aquellos que esa mañana del sábado 15 de noviembre asistieron dispuestos a escuchar el porqué de la importancia del relato en una producción animada.

"Ana", la película

Por María Celeste Vargas Martínez y Daniel Lara Sánchez (Los Anima-Dos)



El reloj marcaba pasadas las cuatro: el público estaba listo para escuchar la conferencia. Carlos Carrera y su grupo tomó asiento, él a la izquierda, seguido de Marec Fritzinger, director de arte. Al centro Pablo Baksht, productor de Lo Coloco Films, y a la derecha de éste Óscar Juárez, supervisor técnico, y Andrés Palma, director de producción. “Ana”, una producción en 3D y dirigida a un público mayor a 8 años, se basa en un cuento de Daniel Emil, también guionista de esta cinta, donde una niña de 9 años llega a un hospital psiquiátrico, en un lugar aislado a la orilla del mar, en busca de su madre. Ahí enfrentará diversos obstáculos al descubrir que seres poco comunes acechan el lugar.

Pablo Baksht señaló que hace unos años Daniel Emil hizo un cuento basado en ciertas ideas que el productor le comentó que le gustaría ver animadas. Cuando presentó la historia terminada a Baksht se comenzó a elaborar un guión, que al principio fue ofrecido a René Castillo, pero después de un tiempo éste se alejó y Carlos Carrera inició como director de dicha producción. El proyecto se inscribió en Annecy con el fin de obtener recursos para su realización. Como resultado fue seleccionado, pero se sigue buscando inversionista para cubrir los 100 millones de pesos del presupuesto. En marzo de 2010 se presentará el trailer, aunque en realidad éste será una escena completa de la película con el fin de “hacer ruido” y obtener el dinero que aún falta. Esta escena, con una duración de 2 minutos, ya está siendo animada para que el público pueda verla en un par de meses. Y existe también el deseo para difundir “Ana” en 3D.

Carlos Carrera, demostrando que es hombre de pocas palabras y que lo suyo es dirigir, comentó sobre la satisfacción que tiene al saber que de la nada se puede dar vida.

Por su parte, Marec Fritzinger, quien trabajó para Disney y Universal, aclaró que el motivo por el cual él se unió a la producción fue por “el gran guión” con el que cuenta el largometraje animado. Además, insistió en que México es un país muy visual, con una tradición en artes plásticas muy interesante, lo que hace que haya calidad en los cortometrajes, pero sin existir una industria para hacer largometrajes.

El equipo de “Ana”, tiene pensado capacitar personal para realizar la producción, quienes trabajarán al mismo tiempo que aprenden, y además contratarán asesoría especializada de ser necesario.

Las imágenes presentadas en ese auditorio lleno, muestran una notable influencia de “El Héroe”, pero también otros estilos que enriquecen y otorgan a la producción un aspecto sombrío. De hecho, la madre de Ana tiene rasgos muy característicos de la joven suicida que le llevó a ganar a Carrera la Palma de Oro.

Por otra parte, en entrevista Carlos Carrera habló que a raíz de que “El Héroe” ganara la Palma de Oro, hubo más apoyo para más gente, ya que antes era aun más complicado hacer animación. Después de ese triunfo se tuvo mayor oportunidad de trabajar proyectos más ambiciosos. Mientras Pablo Baksht, hizo mención de la salida de Enrique Navarrete del equipo, quien se desempeñaba como Director de Animación, y cuyo lugar fue tomado por Adolfo Díaz. Y Marec Fritzinger recalcó lo difícil que es para un animador subsistir sólo desarrollándose en la publicidad. Así que la solución que el animador francés ve en la animación nacional es la producción de más largometrajes con más éxito.

Brijes... ¿Pokemones a la mexicana?

Por María Celeste Vargas Martínez y Daniel Lara Sánchez (Los Anima-Dos)

El sábado 14 de noviembre el Tec de Monterrey, Campus Querétaro, albergó la conferencia sobre el largometraje animado “Brijes 3D” en la cual participaron Alejandro Valenzuela, Director de Marketing, Benito Fernández, Director de la cinta, Arturo Pardo y Diego Fernández, encargado de estereoscopía. La historia habla sobre los brijes, esos entes que protegen a su humano, quien a su vez hará lo mismo por aquél que lo acompaña. Ambos, se sincronizan cuando el humano llega a los 13 años de edad, formando así un solo ser lleno de magia y fortaleza. Pero con el tiempo, los hombres comienzan a olvidar a sus brijes y entonces, éstos son acogidos por la oscuridad: la lucha entre los brijes tocados por el mal y aquellos que aún creen en la magia se hace presente. Los primeros ganan y surge el Códice Brije, separado a lo largo de los siglos hasta que llega el momento en que alguien lo encuentra y decide restablecer la alianza entre los humanos y los brijes. Ésta es la historia que nos narrará “Brijes 3D”, la primera cinta animada hecha en México que manejará el 3D, entendido como un fenómeno estereoscópico: “La estereoscopía en una herramienta, no es la película, es sólo un elemento que conforma el todo […] No se verá como se ve una película estereoscópica por computadora”, señaló Diego Fernández, quien hizo mención de la manera en que la producción toma cada elemento por separado para generar ese fenómeno que sólo puede ser visto con la ayuda de lentes especiales (como lo han hecho muchas cintas extranjeras en las salas mexicanas).

La estereoscopía es una técnica utilizada generalmente en cine, que recrea la ilusión de profundidad en una imagen, algo que se logra presentando una imagen diferente para cada ojo.

Y para lograr el correcto manejo de este fenómeno, la producción se acercó a un experto norteamericano que vino a México a capacitar a los nacionales con el fin de que el público pueda apreciar una técnica de calidad y sin errores.

La cinta es una mezcla de animación tradicional, maquetas e imágenes generadas por computadora, por lo que se espera tener un buen resultado en taquilla. El estudio trabaja para obtener la calidad deseada, al respecto Benito Fernández señaló que desde un principio pensó en internacionalizar la cinta, ya que cuando se tiene esa visión se piensa en una mejor calidad. Para la realización de “Brijes 3D” se cuenta con un presupuesto de 3 millones de dólares, algo que según el realizador representa un costo muy elevado para México, pero para países extranjeros muy bajo. El guión de la cinta está a cargo de Ricardo Duprat y la historia es manejada como no clásica con diversos giros. Benito Fernández también hizo mención que al trabajar en el largometraje se piensa en aspectos cinematográficos, en hacer cine y no sólo una producción animada: “Ese enfoque es la gran diferencia”, aclaró el director. Además, hizo hincapié de que en el país es difícil hacer cine, pero es más complicado hacerlo animado “porque requiere de ciertos recursos que no hay en México.”

Por su parte, Alejandro Valenzuela habló del proyecto de 360 grados manejado por el área de marketing para apoyar y fortalecer la cinta. En él se contempla: la cobertura de una distribución internacional en cine; televisión (abierta y de paga); editorial (comic, álbum de estampas, trading card); videojuegos (on line, consola); Radio-Web-Digital; y productos de consumo. Con lo cual dejó claro la manera cómo piensan no sólo distribuir sino fortalecer el éxito comercial de Brijes… venderla como un producto completo, como una marca. De tal manera que hace más de 1 año se logró cerrar un convenio con Televisa para su distribución y ya comenzó la difusión en posters y el teaser en algunas salas cinematográficas, para que en el 2010 el público esté a la espera de “Brijes 3D”.

Por si fuera poco, las estadísticas sobre el tiempo que los niños pasan en Internet, también han sido utilizadas por el estudio para posicionarse en la Web, donde se ha creado además de diversas páginas, un mundo virtual para que los niños den vida a sus propios Brijes.

De esta manera, Santo Domingo Films está viendo a “Brijes 3D” como un negocio, ya que se trabaja para posicionarla en todos los espacios posibles de difusión y así acercarla al público. Los avances que se presentaron en animación parecen ser de calidad, pero en realidad habrá que ver la cinta ya en las salas cinematográficas. Esperamos que en realidad posea un relato sólido y original y no sea sólo el resultado de influencia extranjera.

Por cierto, el equipo de Brijes hace mención del uso estereoscópico por primera vez en el país, aunque en estas tierras ya existe un antecedente de ello, aunque manejado de otra manera. En 1898 Luis Adrián Lavie ofreció un nuevo invento a México: el aristógrafo, un “ […] aparato cinematográfico que hacia ver las aristas o salientes de los objetos (un antecedente de la tercera dimensión en cine) y se presentó a la prensa el domingo 17 de abril. El aristógrafo funcionaba gracias a un par de anteojos con un mecanismo en su interior, movido por un sistema eléctrico, que permitía que las imágenes se percibieran con mucha rapidez. Y gracias a la persistencia de la retina, éstas eran vistas en relieve.”*

*”Hecho en México… Historia de la Animación Mexicana”, Daniel Lara Sánchez y María Celeste Vargas Martínez, de próxima publicación.