Después de aburrirnos horriblemente con la cinta animada “Rango” (no lleven a sus hijos a perder el tiempo), decidimos ver en nuestro hogar un poco de animación que valiera más la pena. Y como el sabor de boca era muy amargo, nos inclinamos por recordar las series animadas con las que crecimos. Así que ahora les compartimos algunas de los personajes, entonces sí de papel, que nos hicieron pasar horas frente al televisor.
- Don Gato y su Pandilla (Top Cat, Hanna-Barbera, 1961-1962). Serie que lamentablemente muy pronto un estudio mexicano puede destrozar al realizar un largometraje en 3D, el cual, esperamos equivocarnos, carecerá de la calidad de la serie original.
Con sólo 30 episodios, el astuto Don Gato y su pandilla conformada por Cucho (a quien el excelente doblaje mexicano le otorgó una característica especial), Demóstenes, Panza, Espanto y el tierno Benito, causaban problemas al pobre de Matute. La mayoría de los episodios se desarrollaba en el callejón donde habitaba el grupo de gatos, pero era interesante ver a los felinos bailando y conquistando frívolas damiselas del espectáculo, enfrentando gangsters, siendo guías de turistas para despistados visitantes, marajás excéntricos, jockeys, niñeras y hasta ladrones de museos.
Con una animación económica, escenarios sencillos, pero historias atractivas, Don Gato nos conquistaba cada tarde cuando era transmitido por el Canal 5 de la televisión mexicana.
Con los años, y a pesar de que los espectadores veíamos una y otra vez los episodios (que ya nos sabíamos de memoria), Don Gato y su pandilla se convirtió en un clásico de la animación.
- Belle y Sebastian (Meiken Jolie, dirigida por Tatsuo Hayakawa, 1981). Narra las aventuras de Sebastian al conocer a un Gigante de los Pirineos a quien bautiza con el nombre de Belle. El animal es perseguido por la justicia debido a una serie de actos poco favorables que se le imputan. Sebastian se encariña con Belle, el “Demonio blanco” como lo llama el inspector García, y junto a su diminuto perro Poochie, emprenderán un viaje para protegerlo de sus agresores y encontrar a la madre del niño.
Esta serie se basó en la novela homónima escrita por Anne-Marie Bernard (cuyo nombre artístico era Cècile Aubry, a quien recordarán por su participación en varias cintas). La autora y actriz fue la creadora del guión de Belle et Sèbastian para la realización de una serie televisiva protagonizada por su hijo Mehdi El Glaouni. Posteriormente los japoneses decidieron animar la historia.
- Las aventuras de Tom Sawyer (Tomu Soya no boken, Hiroshi Saito, 1980). Basada en la novela homónima del escritor Mark Twain (que todos deberíamos leer), publicada en 1876, muestra a un pequeño pueblo a las orillas del río Misisipi donde Tom, y su inseparable amigo Huckleberry Finn, se meten en serios líos que los llevan a acusar a Joe, el indio, de un asesinato. Tom, un niño inquieto, audaz, temerario, que odia la escuela y ama vivir aventuras, era en los 80 el personaje animado que rompía con los estereotipos de niños sumisos, bondadosos y obedientes.
Tom Sawyer, su hermano Sid, Huck, Becky, Ben y sus inseparables amigos, mostraban a los niños de aquellos años que la vida también podía vivirse y disfrutarse fuera de las reglas establecidas por los adultos.
- La Princesa Caballero (Ribbon non Kishi, Osamu Tesuka, 1967). Con 52 episodios animados y basada en un comic del mismo Tesuka, la Princesa Caballero cautivó a muchos niños de la época. La animación presentaba a Zafiro, una niña a quien su padre hacía pasar por niño para gobernara las tierras del reino de Valle Plateado. Aunque al crecer se enamora de Frans, el príncipe de Valle Dorado, con quien enfrenta, junto a su corcel Ópalo, a los nobles malvados.
La importancia de esta serie es que fue el primer animé pensado para niñas, tradición que después siguieron: Gigi, Sandy Bell, La dulce niña Candy… entre otras.
- El Hombre Par (Paa-man, producido por Studio Zero, 1967-1968). De quien quizá sólo se acuerden los más viejos. Con 54 episodios narra las aventuras de Mitsuo, un pequeño niño, a quien le es entregado un robot, copia fiel de él, para que lo suplante, ya que junto con sus amigos (entre ellos Bobby, un simio intrépido), son designados para defender la ciudad de las fuerzas malignas. Al grupo de niños se les entrega un kit con capa y toda la cosa para que puedan volar y fungir como unos verdaderos súper héroes. Pero el Paa-man, robot de Mitsuo, deberá hacer un sin número de tareas domésticas de las cuales se pretende deshacer su amo, aunque sólo le fue asignado para suplantarlo en momentos de lucha.
- Remi (Rittai anime ie naki ko Remi, Osamu Dezaki, 1977). Basado en la obra literaria de Hector Malot, Sin Familia, publicada en 1878. La historia nos habla del pequeño Remi, adoptado por la señora Barberien, quien después es vendido por el esposo de ésta a un músico ambulante, Vitallis. Remi, alejado de su madre, vive una vida entre las calles, los pequeños pueblos y ese extraño hombre recio que parece no doblegarse ante nada. Pero Remi descubre un mundo maravilloso al lado de sus amigos Capi, Servino, Dulce y el travieso Corazón Alegre. Al fallecer el señor Vitallis, Remi se enfrentará al mundo solo hasta que logra encontrar a su verdadera madre.
51 episodios totalmente lacrimógenos, nos hicieron sufrir en aquellos años con las desventuras de un bello niño. Para ser sinceros, la animación mostraba todos los días una tragedia nueva que nos hacía desear al día siguiente el próximo episodio. Al menos eso era uno de los elementos favorables que las series tradicionales japonesas manejaban.
- Heidi (Arupuso non shojo haiji, Atsuji Hayakawa, 1974). La serie tenía 52 episodios y se basaba en el libro infantil de la escritora sueca Johanna Spyri, publicado en 1880. Originalmente la autora escribió dos novelas: Heidi y De nuevo Heidi, pero en 1885 la editorial decidió unirlas y reeditar la obra como una sola novela. La primera de ellas habla de la historia de Adelaida (nombre verdadero de Heidi), quien es llevada a Dorfli, cerca de los Alpes, a vivir con su abuelo. Ahí conoce a Pedro, un niño pastor y su familia. En la segunda novela, Heidi se convierte en dama de compañía de una niña inválida, Clara.
La serie animada involucra las dos novelas y nos muestra una tierna y noble Heidi quien tiene que lidiar con las locuras de su tía, pero que al final descubre la vida en el campo apegada a la naturaleza.
Estas son sólo algunas de las series, pues fueron tantas las que nos llenaron de recuerdos que faltaría espacio para hablar de ellas. Lo destacable de las series japonesas que mencionamos, es que la mayoría de ellas estaban basadas en obras literarias, por lo que rescataban historias que se podían encontrar en los libros y con ello, probablemente, motivar a algún televidente a leer las obras originales de escritores importantes en la literatura universal. Después vinieron otro tipo de series que dejaron a un lado sus bases de la letra escrita y se inclinaron por aspectos mercadológicos, que aun así fueron un éxito.
Los invitamos, en primer lugar a recordar las series y en segundo, a sumergirse en los libros que les dieron vida. Y como nos interesa su punto de vista (los recuerdos a veces son buenos)… ¡Anímense a opinar!
¿Por qué no les gustó Rango? a mí me fascinó. a muchas personas no les gustó que porque está como demasiado estereotipada, y lo que pasa es que absolutamente todo el tiempo está haciendo alusiones a películas western y de johny depp conocidas.
ResponderEliminarHola Adela:
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Aunque las referencias que mencionas ciertamente están en la película, el tratamiento del relato resulta cansado y predecible, lo que ocasiona que el público no termine de conectarse con la cinta (al menos en el cine al que fuimos la mayoría del público presente platicaba, bostezaba y se atragantaba de palomitas esperando que pasara algo en la pantalla). De hecho, la idea de tratar tópicos relacionados con la ecología (como la problemática del agua) es muy buena, pero o nos gustó la manera en que se abordó en el filme. Y sí, tiene muchos estereotipos.
Saludos,
Los Anima-Dos
Ya vi Rango y tampoco me gustó. Es más, mi novio se durmió y su lindo sobrinito no paraba de dar lata.
ResponderEliminarEn cuanto a las series, algunas de ellas también crecieron conmigo, otras las conozco de oídas porque no fue mi época. Me gustaría que de la misma forma recordáramos animaciones mexicanas que dejaron algo en nosotros... pero, ¿cuáles? Pasarán los años y seguiremos añorando esas viejas producciones, series, cortos, largos, y de México no tendremos mucho que rememorar. ¡Qué lástima!
Saludos a todos.
No he visto Rango, por eso no comento nada de eso, aunque si lo haré con las series super-mega-duper-clásicas clásicas de anime, mi favorita fué siempre Minky Momo(Gigi) y no olvidemos Lalla Belle -el primer anime de estilo Mahou Shojo, es decir de chicas mágicas que sería el precursor de tantas series como la mencionada Minky Momo, Sailor Moon , Madoka Magica(de éste año), Popotan, Moetan y un larguísimo etc. y sin fin de variaciones y parodias más pervertidonas :P.
ResponderEliminarPor otro lado, hay muchas producciones mexicanas que intentan eso mismo: crear algo memorable, pero hacer series es extremadamente caro, mucho más caro que hacer una película, y el dinero no siempre va a las mentes creativas correctas, pero ya habrá...la animación en México está empezando a cabalgar, primero como mulita sin pata, pero ya se convertirá en burrito aquimichú, y despues en algo más digno como un corcel blanco, démosle tiempo.
Gigi también era una de mis preferidas. Me encantaba verla cada tarde cuando se transformaba en mujer para ayudar a humanos común y corrientes, para que la corona de su reino brillara. Sus mascotas eran geniales. ¡Esos tiempos eran buenos!
ResponderEliminarEn cuanto a la metáfora de la “mulita sin pata, el burrito aquimichú y el corcel blanco”, que se hace bastante extraña, pienso lo siguiente:
- La animación mexicana tiene más o menos un siglo (corrijan si me equivoco) siendo una “mulita sin pata”. Para mí, aún sigue así, aunque creo que los viejos tiempos fueron más productivos.
- Pasó a ser un “burrito aquimichú” cuando Carlos Carrera ganó la Palma de Oro con el Héroe. Años después a algunos “genios” se les ocurrió montarse al burro y dirigirlo, porque, según ellos (no hay que hacer que despierten de su sueño) es lo que saben hacer. Sin embargo, a veces el burrito se transforma en “mulita sin pata”, pero los “genios” colocan delante de ella una zanahoria y ahí va la pobre mulita. ¿Algún día alcanzará la zanahoria? ¿En verdad esos “genios” saben llevar las riendas de animal?
- Lo del “corcel blanco”, lo veo muy, pero muy complicado (al menos que vayamos a la tierra de “Muy, pero muy lejano” y nos encontremos una bonachona hada madrina). ¿Por qué? Quizá se pueda cruzar al burrito y sus genios-empresarios-buena onda-novedosos-visionarios con un genio-inteligente-realista-amante de la animación, pero lo más que podrá salir será una mula, jamás un corcel.
- Me pregunto: ¿podrá una mula, burro, o cualquier animal de carga seguir por el camino cuando quien lo monta no sabe cómo dirigir sus pasos? ¿la mula, burro, irá por el sendero correcto? ¿es válido andar en mula cuando ya existe el carro, el tren, el avión, el tren bala… etcétera? (sólo para seguir con el comparativo).
No sé, quizá hoy me levanté muy pesimista (como suelo hacerlo la mayoría de las veces), pero yo veo complicado que después de tantos años que tiene la animación mexicana de haber surgido, se convierta en un corcel. Muchos tenemos años “dándole tiempo” y el canijo burro nada que avanza, ni aunque se le dé de palos. ¿Serán sus jinetes los adecuados para guiar sus pasos? Los caminos nos llevan a lugares diferentes, pero no siempre al lugar que deseamos.
@lilly :
ResponderEliminarSi, un poco pesimista tu forma de verlo es cierto, no veo falla en tu lógica de ver la situación de la animación en México. No parece claro el panorama en cuanto a lo que sigue con los estudios que producen algo, siguen con los temas rápidos, lógicos y predecibles que les dá la cultura mexicana, aunque mal interpretados, investigados, realizados o peor aún, mal contados. Te doy ese punto.
Pero,tambien es cierto es que hay talento, bien entrenado en México en animación tradicional y en todas sus variantes, me consta.
Pero el tener talento no significa siempre que tengas los contactos suficientes y correctos para conseguir la lana para hacer los proyectos.
Ahora tomemos un momento de reflexión, sii, ajaaa... :P
Yo no niego mi gusto por el anime, de hecho yo hago fansubs, por eso sé del tema, y el “Muy, pero muy lejano” lo interpreté de dos formas: lugar y tiempo; si te refieres a lugar como en lejanía de Japón(y su industria de animación) por ejemplo, si, esa industria es un reloj suizo, un estudio puede escoger entre miles de historias que vienen de los mangakas.
El comic japones, el anime, videojuego, industria musical, la moda, la forma de hablar, hasta memes de internet son las misma cosa, es decir de toda la cultura que las rodea, un fenómeno que no pasa en un ningún otro lugar del mundo, es por eso que puedes ver una telenovela animada como Candy o Nana, pasando por la animación psicológica, realista, temas tabú como incesto y otras rarezas, hasta una obra brutal con sexo, sangre y mucha violencia (no pongo ejemplos aquí) y muchos temas más.
En ningún otro lado verás eso. Se puede aprender de lo que hacen bien. ¿Que es? es muy largo para éste post.
Ahora si te refieres a tiempo, no lo veas tan lejano, es cosa de selección natural, los que hagan porquerías que no ganen en taquilla, y no aprendan de sus errores, serán sacados a su tiempo de la industria, y los que hagan cosas buenas perdurarán. Así de simple.
Ya no alargo más este post...
PD saludos a los animados...
ahhh, y ya que ando en eso... yo sé que el pueblo valiente, trabajador y creativo como el japonés se repondrá pronto de la catástrofe del sismo, tsunami y el tema nuclear.
ResponderEliminarComo humano, hermano y mexicano, les deseo lo mejor
Eonmach:
ResponderEliminarEl panorama de animación mexicana, para mí no es nada claro y nada bueno si algunos de los genios que ahora hacen animación siguen así. En el desarrollo de los individuos, de los seres vivos y por lo tanto de las sociedades y todo lo que éstas conlleva, hay algo llamado evolución (los organismos evolucionan para adaptarse al medio). Si la animación mexicana sigue sin evolucionar, sólo habrá un camino que deba seguir (como también sucede con todo organismo vivo): perecer. Los temas podrán ser los mismos siempre. A lo largo de la historia de la literatura, las artes, los medios electrónicos… etc., muchos temas se han contado una y otra vez, la diferencia radica en la manera de contarlos. Ahora bien, jamás he dicho que en México no hay talento, por el contrario, en el ámbito de la animación existe mucho talento, para mi gusto, mal aprovechado por aquellos genios. Soy amante de la buena animación, si es 2D, mejor, y sé que en México hay gente que sabe manejar muy bien esta técnica. Pero también sé que hay gente que no sabe ni tomar un lápiz, pero sí está haciendo animación 3D, y que un animador maneje los principios básicos del dibujo, es indispensable.
Es un hecho que en la animación hay talento (tampoco se desparrama), pero muchos tenemos la desgracia de no ser amigo, del amigo, del amigo, de determinado funcionario, dirigente, o lava cocos… así de fácil. Y esto no se da sólo en la animación, sino en todos los ámbitos del país, sobre todo en lo que tiene que ver en la cultura que es lo que más nos afecta. La literatura, la pintura, la música, pasan por el mismo proceso.
Y lo de “Muy, pero muy lejano” es un sarcasmo y alusión a otros contextos. Dejemos a un lado el tiempo y el espacio, sería profundizar mucho y no es el lugar ni el momento. La industria de la animación japonesa ha tenido una evolución demasiado nutrida e interesante, desde aquellos primeros largos hasta las producciones recientes, sin temor a equivocarme, ese desarrollo presenta una línea de investigación con excelentes resultados.
Y desde luego que se puede aprender de lo bien hecho, sólo habría que ver cuándo. Y la llamada selección natural tal parece no aplicar en la animación mexicana, porque algunos siguen haciendo “porquerías en taquilla” y ahí siguen y no son sacados de la llamada “industria” porque, lamentablemente, ellos son los que están creando esa industria y vendiéndose a otros países como lo mejor de México. Y aunque lo parezca, no es así de simple, porque los vicios se siguen arrastrando.
Saludos Eonmach, sin enojarse porque acabarás como yo.
Perdón Anima-dos por tomar tanto espacio (ya no hablemos de tiempo).
Ok, creo que lo de "Muy, pero muy lejano" venía de Shrek II y lo del Hada y sus tratos para convertir a un burro en un corcel blanco también salen de ahí jejeje lo del talento que menciona Eonmach me recuerda un par de frases muy rescatables en este caso:
ResponderEliminar1. El talento sin disciplina es nada (o un gran desperdicio) y lamentablemente en México se adolece mucho de esto y a Japón le sobran ambos.
2.El mundo se conquista con tres cosas: talento - contactos - dinero; y si tienes 2 llega el 3ro. Aunque aquí faltaría agregar la receta de talento adecuado con contactos importantes y mucho dinero, estos ingredientes deben ser "batidos, no revueltos" para que tengan éxito, porque si los del dinero quieren dominar al talento pues ya valió...
Nuestra cultura es tan rica y diversa como la japonesa Eonmach pero es nuestra mentalidad la que nos hace diferentes, en japón la animación se ve como un medio igual al cine o las publicaciones, por eso se tocan todo tipo de temas e historias... pero aquí ha tenido por años un estigma de infantilismo e inmadurez que la ha condenado a la vida que ha tenido.
Yo creo que hay que encontrar el punto medio aquí, quizá como dice mi hermana cuando platico con ella "mientras haya producciones existe la posibilidad de que se haga algo bueno" y no ver el panorama tan negro como Lilly el día que escribió jejeje quizá después de un fin de semana largo ya lo ve menos gris. ;)
Y si no queremos esperar a burros, mulas, jamelgos, caballos, viboras pintas, tepalcatas o pegasos... pues podemos intentar hacer algo como un par de cortos que han estado haciendo ruido (ojala los AnimaDos me ayuden con los links): uno es de Superman, muy clásico y con tintes de Sci-Fi vintage; el otro es japones " La confesión de Fumiko", una trama muy simple y sencilla pero muy divertida y entretenida
¿Qué tienen de especial? La calidad de ambos es maravillosa y fueron hechos cada uno por su cuenta por 1 sola persona. Chéquenlos y ahí me dicen.¿En México no se pude hacer?
Antes de incluir mi opinión al respecto ¿los Anima Dos sabrán algo de La Nostalgia del Señor Alambre?
De Rango, no la he visto, no se si la vea en cine pero ya de entrada hacer un buen western no es fácil.
De series viejitas.... en un rato les digo.
Ahora si, de series viejitas como no acordarnos de esos animes si como bien dicen están basados en literatura rica en emociones y aventuras; Remi definitivamente mi favorita de las que mencionaron.
ResponderEliminarTambién me acuerdo del Pequeño Cid, La isla del tesoro y alejándonos de oriente que decir de la Burbuja Azul, las aventuras de Clementine. La verdad hay muchas más sobre todo porque hay otras con las que sigio creciendo aunque sea para los lados jajaja
La verdad es lo bonito de la animación; la diversidad de generos, de historias, de estilos, de narrativas, en fin.
Y hablando de series clásicas ¿recuerdan la de Superheroes Marvel? que llegó como con 15 años de retraso aquí a México y cuyo tema en español es del famoso y también clásico Capitan Memo, se ha convertido en un grial ese tema.
Y podriamos extendernos muchísimo así que concluyo comentando que el fin de semana yo me chute cosas mas nuevas gringas: Young Justice y GI Joe Renegades, que le hago? también me laten. Saludos a todos y...
ANIMENSE !!! (Pun intended)
ups, acabo de ver que Adela es fan de Operación Bolívar... excelentes gustos señorita. ¿supiste que le compraron los derechos a Clement para hacerla en animación? Aunque el deslinda del producto final.
ResponderEliminarAhora si... fin.
En lo personal Rango me pareció una película muy completa tanto en técnica como historia. Creo que es un homenaje bien hecho a los clásicos spaghetti westerns y si bien parece estar dirigida hacia un público infantil (como la mayoría de los productos animados), es claro que su mercado original es hacia un público más adulto.
ResponderEliminarSaludos a todos
ResponderEliminarQué bueno que haya polémica y opiniones diversas, de eso se trata la invitación a opinar. Se ha generado un debate muy rico acerca de tres aspectos:
1. La película de Rango. Cada uno tiene su opinión subjetiva y, en ese sentido, todos tenemos algo de razón. En lo que podemos coincidir es que se trata de una cinta pensada para un público primordialmente adulto.
2. Las series de animación japonesas, especialmente las antiguas. Aquí sí, prácticamente todos coincidimos en que estas series fueron parte primordial de nuestra infancia y, en más de un sentido, nos educaron.
3. El desarrollo y estado actual de la animación mexicana. Es en este tema donde hay más divergencia. Sin embargo, es claro que todos deseamos que la animación en México renazca, se desarrolle y nos provoque un buen sabor de boca y orgullo con sus producciones. Para ello, y recuperando algunas de las ideas plasmadas en sus comentarios, es necesario que todos tomemos parte activa: los empresarios e inversionistas, arriesgándose a apoyar económicamente productos animados nacionales sin esperar ganancias estratosféricas de inmediato: no estamos en Estados Unidos o Japón; los estudios de animación, artistas y animadores, estando dispuestos a disciplinarse en el trabajo y el estudio, porque talento hay de sobra, a dejar de lado egoísmos e individualismos para aprender a trabajar en equipo y aceptando las críticas fundamentadas a su trabajo; el público, apoyando al cine animado mexicano pero sin dejar de exigir calidad en técnica y relato; y los críticos, señalando con objetividad logros y retrocesos en la animación hecha en México.
Un buen punto de partida hacia el cumplimiento de estos buenos deseos es el generar una discusión, relfexión y análisis enriquecedores como los que, afortunadamente, se han presentado en este espacio.
Atentamente,
Los Anima-Dos
P.D. ¡Y anímense a seguir opinando!