“El futuro de la animación en México
está por escribirse […]Hay gente que lo queremos hacer,
nada más falta gente del otro lado: empresarios y el público en general.”
Ricardo Arnaiz
Hace seis años que conocimos a Ricardo Arnaiz, a simple vista nos pareció un joven talentoso, creativo y con mucho potencial. En esa ocasión nos habló del surgimiento de su estudio Animex 2D, de lo que la animación significaba para él, de sus influencias en este arte y de los proyectos que habían de venir.
Su estudio surgió en 1998 en el Estado de Puebla y su objetivo era ser una casa productora de series originales, aunque en un principio tuvo que dedicarse a la realización de algunos comerciales ya que “hacer series originales es una inversión de tiempo, dinero y esfuerzo muy fuerte.”[i] En el año 2000 Animex comenzó con la realización de la serie “Diti Don Pepi Dom”, ocho episodios de dos minutos de duración cada uno, cuyos personajes mostraban el estilo que caracterizaría al estudio más adelante. A Animex 2D se debe la realización de: las cortinillas para la sección Güiri-Olimpicos (2000); el programa piloto de 11 minutos de duración “Niños en el tiempo” (2000-2001), creado para Andrés Bustamante y Alquimia Producciones; “Se busca extraterrestre” (2001); “Cazadores de Monstruos” (2002); “Ana y Vincent” (2002); “La familia Pesadilla” (2002); “Gorgojo y Comején” (2002-2003), un par de simpáticos piojos que los televidentes mexicanos disfrutaron en el Mundial de Fútbol Corea-Japón. Esta serie fue requerida por Andrés Bustamante quien señalaba a Ricardo Arnaiz: “Me imagino dos piojos que se llamen Gorgojo y Comején, suenan chistosos, a ver qué se te ocurre.”[ii]; el corto “¡Nooooo!” (2003); animaciones sobre la creación de Gabriel Vargas, “La Familia Burrón” (2002); “Fábulas de Policías y Ladrones” y “Cápsulas Futboleras” (ambas del 2002
) y basadas en las tiras del caricaturista Trino; y “Roncho el perro mala pata” (2003) que se transmitiera por el canal Locomotion, así como en Holanda, Italia, España y Canadá. Roncho, un perro azul, de ojos tranquilos y para quien la suerte no era una compañera constante, fue la primera producción, realizada por Animex, que cobró importancia a nivel internacional.
En
2004 Ricardo Arnaiz presentó un ambicioso proyecto: “Maya”, el cual sería su primer largometraje. La cinta era una coproducción de Animex, Bruno Bichir y Emmanuel (quienes conformaron la empresa Ceiba Producciones) y tendría un costo de 3 millones de dólares. La música estaría a cargo de Antonio Zepeda y Lila Dows. Con esta realización se pretendía mostrar en las pantallas cinematográficas la cultura maya y su mundo, para lo cual se contaba con el apoyo de un grupo de arqueólogos encabezados por Sergio Grosjean (colaborador de National Geographic y Discovery Channel).
En el 2005 visitamos el estudio Animex, ya ubicado en el Distrito Federal, y vimos un grupo con ilusión de dar vida a lo inanimado. Observamos personajes interesantes, escenarios sorprendentes y un director con deseos de que su largometraje llegara a buenos términos. Sin embargo, poco después, la producción fue cancelada. Las diferencias entre los coproductores fueron palpables y un largometraje que parecía ser un buen proyecto murió antes de ver la luz en una sala cinematográfica.
Después de ese descalabro, Ricardo Arnaiz comenzó la realización de otro proyecto: “La Leyenda de la Nahuala”. Éste, ahora sí su primer largometraje, se estrenó el 2 de noviembre de 2007, tuvo un costo de más de 20 millones de pesos y logró recaudar el doble por la aceptación que tuvo en las pantallas cinematográficas.
La historia está ubicada en Puebla de los Ángeles en el año 1807 y narra las aventuras de Leo y Nando San Juan ante la presencia de La Nahuala, un ser oscuro que habita en una vie
ja casona donde se apodera de Nando. Leo se enfrenta a la Nahuala para rescatar a su poco comprensible hermano. Con música original y de excelente calidad, escenarios coloridos que rescatan lugares históricos del Estado de Puebla, “La Leyenda de la Nahuala” ofreció al espectador elementos tradicionales de la cultura de México.
Se pensaba que la siguiente cinta de Animex sería la continuación de “La Leyenda de la Nahuala”, aunque retomando la leyenda mexicana de la Llorona (al menos así se establecía al final de la película), pero no fue así. La siguiente producción fue “Nikté”, estrenada en 2009. Con un costo de 29 millones de pesos y con un guión demasiado flojo, la cinta no logró despuntar en cartelera. La película habla de una niña que desea ser princesa, aunque debido a su personalidad, dotada de muy poca humildad, se enfrenta a los problemas que toda princesa debe sobrellevar si desea rescatar a su pueblo de las fuerzas del mal.
Y la siguiente producción que presentarán Ricardo Arnaiz y Animex Estudios, ya con un nombre diferente, será precisamente “La Revolución de Juan Escopeta”, que se estrenará este año. Un proyecto que no es completamente de Animex, pero que fue animado por ellos y que posee un poco de su estilo.
Ricardo Arnaiz, un hombre con una notable influencia de Jim Davis (creador de Garfield) y Charles M. Schulz (padre de Snoopy), que ha marcado su estilo y ha otorgado uno propio a su estudio, ahora trabaja en su siguiente largometraje: “El Americano”. Esta producción se realizará en Tijuana y en ella participará gente involucrada en animación en 3D, ya que la cinta será en esta técnica. El creador de Animex parece que ha dejado a la animación 2D a un lado y dará vida a una cinta diferente protagonizada por un grupo de aves. Hace tiempo el animador nos decía: “La animación 3D es increíble y también es artística y tiene todos los méritos que puede tener, pero la animación tradicional tiene algo… tiene un cierto encanto que yo creo que nunca va a caducar. Va a evolucionar y cada vez vamos a ser mejores.” Esperamos que la producción de “El Americano” sólo sea un pequeño paso para Ricardo Arnaiz y Animex Estudios, y que el siguiente proyecto regrese a la animación tradicional la cual él y muchos otros, entre ellos quienes esto escriben, aman.
Reconocemos el esfuerzo y la importancia de Animex como una de las principales empresas productoras de dibujos animados en México, a Ricardo Arnaiz como un hombre creativo y amante de la animación, pero, como lo hemos expresado en otras ocasiones, es preciso señalar que hasta el momento sus largometrajes han adolecido de la calidad necesaria para establecer un estilo que caracterice a la animación mexicana y las bases de una verdadera industria de animación en el país, reconocida por el público y la crítica tanto nacional como internacional.
Así que esa primera impresión que tuvimos de Ricardo Arnaiz la seguimos manteniendo. Las veces que hablamos con él nos pareció un joven dispuesto a hacer que la animación mexicana continuara abriendo caminos y deseoso de seguir animando sueños.
¿Qué piensas sobre la demanda que ha sufrido a causa del plagio supuesto de ciertos personajes y nombres?
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